Esta obra de 1915 es producto de la época de madurez artística del pintor. Julio Romero de Torres concibió la obra “El pecado” como complemento de su cuadro “La gracia”
Son viejas y enlutadas alcahuetas
que celosas al alba riegan el día,
Son viejas y enlutadas alcahuetas
las arrogantes dueñas del pecado.
Inmensas tierras donde la paz anida
Siempre a la sombra del redondo
y a una muy hermosa mezquita,
y todo pasa a las calores del día.
San Hipólito, San Hipólito
protégenos de Venus pecadoras
si, somos las guardesas del pecado
y de las sombras de sus sueños.
Son viejas y enlutadas alcahuetas
que celosas al alba riegan el día,
Son viejas y enlutadas alcahuetas
las arrogantes dueñas del pecado.
Celestinas de vanidades
Celestinas de impunidades´,
Alcahuetas de gollería,
Alcahuetas por castigo.
Aún la blanca belleza se revela,
juventud al servicio de la vida,
ilusiones frente a la amargura
de almas somnolientas a la vida.
Que el viento goce tus encantos,
que sueñen los sueños soñadores
abiertos al fluir de las pasiones
como lozanas rosas perfumadas-
como lozanas rosas perfumadas-
Y es que
Son viejas y enlutadas alcahuetas
Son viejas y enlutadas alcahuetas
que celosas al alba riegan el día,
Son viejas y enlutadas alcahuetas
las arrogantes dueñas del pecado.
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