Los patios cordobeses, declarados Patrimonio de la Humanidad
Si el toro es poeta, Córdoba su poesía
callejas sinuosas repletas de aromas
luz en las fachadas blancas monocromas
de tus patios día a día yo hago apología.
Amas a los caminantes que te besan
amores que perduran en la eternidad
suspiros, besos, promesas y humildad
todos los sentidos en tu alma condensan.
Cuando de par en par abres tus haciendas
cuando los aromas conducen los sentidos
el corazón de tus patios retoma los latidos
entonces Córdoba, añoras secretas calendas.
Romanos,Godos, Árabes, Judíos y Cristianos
en tanta sabiduría con blanca y fresca cal
apacible tertulia al cálido atardecer estival
amantes de promesas y olvidos nunca vanos.
Ay mi verde limonero que con cada luna
alumbras elixires,cobijas azucenas, narcisos
ramas con jaulas de jilgueros ornan los oídos
silencio en la tarde de estío,canción de cuna.
Viajero, reconfórtate, que tus sentidos afloren
rememora tu pasado, vuelve a tu dulce niñez
cuando una anciana, samaritana sin altivez
sedientas almas de padecimientos aminoren.
Sonidos, golpes en el corazón del pozo
cuando el agua explosiona en el brocal
los geranios buscan el agua medicinal
ese agua que huele a vida, sabe a gozo.
Horas mágicas del atardecer eterno
cuando los abuelos llaman a brujas
cuando del tiempo quieres burbujas
soñando en no retornar al invierno.
Si Dante hubiese conocido
los cordobeses patios
en la Divina Comedia
el infierno,
no habría existido.
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